HISTORIA DE LA IGLESIA VETERO


ANTECEDENTES

 Para poder comprender bien nuestra historia, es necesario que nos remontemos a los inicios de la iglesia de nuestro señor Jesucristo.

Iglesia del Camino

Los primeros cristianos antes de llamarse cristianos, según dicen los hechos de los apóstoles, se llamaban “los del camino” (Hechos 9:2)

 

Iglesia Primitiva

Iglesia

Etimológicamente la palabra Iglesia viene del Griego Ekklesia y del Latín Ecclesia que se traduce como Asamblea, Organización, Congregación. 

 

Primitiva

Porque cuando estaba Jesús en Israel, apenas los discípulos comenzaban a entender el propósito de su venida en la tierra, y hablaba de su relación con su Padre.  

Tras su muerte, siguieron los Apóstoles y posteriormente los reunidos en el Pentecostés (Fecha del mes Judío) como los encargados de llevar la palabra de Dios y del Señor Jesús. 

Ya para los Siglos III en adelante, las doctrinas de los Primeros Cristianos comenzaban a sufrir cambios debido a la persecución de los romanos en Israel. hasta la llegada del Emperador Romano Constantino el Grande al Poder que es de ahí cuando comienza con el Primer Concilio que es conocido como el Concilio de Nicea de la cual Constantino impone sus opiniones y creencias bajo amenaza de muerte ante aquellos representantes de las Iglesias del Mundo Occidental y Oriental.

-La Iglesia de Jerusalén (Israel) 

-La Iglesia de Antioquia 

-La Iglesia de Éfeso 

-La Iglesia de Esmirna

-La Iglesia de Pergamo 

-La Iglesia de Tiatira 

-La Iglesia de Sardis

-La Iglesia de Filadelfia 

-La Iglesia de Tesalónica 

-La Iglesia de Corinto 

-La Iglesia de Armenia

-La Católica de Roma.

-La Arriana de Alejandría

-La Copta

-La Etiopia

Aquí podrás entender un poco más sobre el Cristianismo de Constantino el Grande en la cual participaron miembros de diferentes organizaciones religiosas.

TENEMOS COMO LINEA BASE

  • Tres frases que marcan siempre la senda del amor verdadero
  • 4 ejes importantes para caminar por la senda del DIOS de amor.
 

TRES FRASES

  • ¿Señor dónde vamos a ir? tú tienes palabra de vida eterna” Juan 6:68
  • Nuestra iglesia es pura y limpia. La iglesia es pequeña pero santa sin mancha. Solo hay un camino para hacerlo y es por la pureza de propósito y su honestidad” Paul Copel
  • Para reunir a los dispersos” +Gonzalo Jaramillo

CUATRO EJES

Somos Cristianos, Evangelistas, Apostólicos y Católicos, estos ejes no se deben perder de vista nunca, dado que es la senda que nos ubica en una verdadera FE y una verdadera enseñanza.

En Hechos 11:26 “a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía”. En este pasaje, la palabra “cristiano” significa “seguidor de Cristo” y “discípulo” significa “alumno” o “aprendiz”.

Un verdadero cristiano no es aquél que simplemente cree en Jesucristo.

Un verdadero cristiano es un seguidor y aprendiz de Jesucristo. En otras palabras, ser cristiano implica esforzarnos por imitar el ejemplo de Cristo durante toda la vida.

 

Quien dice ser cristiano debería demostrarlo viviendo como Cristo vivió; es decir, haciendo lo que Él hizo y evitando lo que Él evitó. En definitiva, el cristianismo es un camino de vida. Un verdadero discípulo de Jesús es aquél que le sigue e intenta vivir según su ejemplo.

Anunciador de buenas noticias” Hch. 21:8; Ef. 4:11; 2 Ti. 4:5. El don de la evangelización fue uno de los varios dones que Cristo dio a diversos miembros de su iglesia después de su ascensión Ef. 4:8,11. Este don, junto con los otros, fue concedido para que la iglesia pudiera cumplir cada fase de su tarea y ser perfeccionada en Cristo. Felipe, el diácono, fue llamado evangelista Hch. 21:8. Pablo animó al joven Timoteo a hacer la obra de un evangelista 2 Ti. 4:5.

Efesios 4:11-13. Y el mismo constituyo a unos Apóstoles, y a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.

Simple y sencillamente quiere decir UNIVERSAL, por el hecho de que nos identificamos por medio de nuestra FE independientemente del país, idioma, raza, situación social, etc., de que se trate. 

Nuestro nacimiento surge al interior de la iglesia, como una separación, no una ruptura. Es por esa razón que nuestra liturgia, ornamentos y sacramentos son los mismos, dado que seguimos la misma FE, enseñada en los evangelios por el señor Jesús.

Nuestro amor grande es la enseñanza de nuestro señor Jesús, el Cristo, las seguimos, las enseñamos y las practicamos, a través de la senda histórica que en rutaron los apóstoles, los padres de la iglesia, y los sacerdotes, ortodoxos, romanos, anglicanos y veteros hasta nuestros días.

Nuestra historia como veteros, tiene sus inicios en Holanda, específicamente en Utrecht y de aquí que no podamos dejar de mencionar a ese gran evangelista y evangelizador de esas regiones de los países bajos.

La iglesia Católica llega a esta región por este gran hombre de Dios, San Willibrord.

SAN WILLIBRORD

Nació en Nortumbría en 658. A los veinte años, Willibrord emigró a Irlanda, donde se reunió con san Egberto y san Wigberto, quienes habían ido a estudiar en las escuelas conventuales de dicho país, en busca de una vida monacal más perfecta. Con ellos estudio durante siete años todo lo ateniente a las Ciencias Sagradas. Egberto tenía la intención de trasladarse al norte de Alemania para predicar el Evangelio, pero no pudo realizar su proyecto. Su compañero, Wigberto, volvió a Irlanda al cabo de dos años de evangelizar sin éxito alguno. Entonces, San Willibrord, quien tenía treinta y un años y acabada de recibir la Ordenación Sacerdotal, pidió a sus Superiores que le enviasen a esa misión tan ardua y peligrosa. Sus Superiores accedieron y Willibrord partió con otros once monjes benedictinos ingleses, entre los que se contaba Wigberto.

El año 690, desembarcaron en la desembocadura del Rhín, de ahí se dirigieron a Utrecht y después a la Corte de Pepino de Heristal, quien los alentó a evangelizar la región de la baja Frieslandia, situada entre el Mosa y el mar.

Pepino había arrebatado esa región al pagano Rabdobo. 

No tienen fácil la predicación del Evangelio a un pueblo rebelde y testarudo con el que no pudo del todo el poder de Roma; tampoco el Cristianismo de los Merovingios fue aceptado por los altos y rubios frisones que se muestran ufanos en sus ansias de libertad e independencia. Pero las dotes de organizador, la tenacidad, paciencia, audacia, valentía y santidad de Willibrordo van consiguiendo una comunidad de cristianos, convertidos y preparados en la fe uno a uno, ayudado por sus monjes.

Aunque Roma lo deja solo en su labor apostólica, este santo Obispo continúa su misión pese a no contar con el aval del Obispo de Roma. Wilibrordo-Willibrord-, fue el primer Arzobispo de Utrecht, en lo que hoy en día es Holanda, quien dedicó bastante tiempo a tratar con ovejas y lobos.

Esta iglesia Holandesa fue evangelizada por San Willibrord quien fuese su primer Obispo, consagrado por el Papa Sergio I en 696 d.c en Roma.  Uno de los sucesores fue San Bonifacio el Apóstol de Alemania.

Esta Iglesia de Utrecht  aporto a la historia un papa en 1552 quien fuera Adriano VI.

 CAPÍTULO CATEDRALICIO DE UTRECHT

La Sede de Utrecht con sus Obispos gobernaban las Siete Provincias de los Países Bajos, incluyendo las ciudades de Ámsterdam, Haarlem, Leyden, Rotterdam, Leeuwarden, Groningen, y una parte considerable de la actual Bélgica. La Sede de Utrecht estaba en la competencia por tener la supremacía sobre otras sedes como las de Liége, Münster, Paderborn, y Osnabrück.

El Obispo de Utrecht, por tanto, sin lugar a dudas, era un prelado excepcionalmente poderoso y rico. Esta podría ser la razón por la cual los nombramientos y las elecciones de obispos tenían una gran asistencia de personas y participantes, debido precisamente al poder y al lujo atado a dicho oficio. No era extraño ver que en ciertas ocasiones estas elecciones se tornaran sangrientas y llenas de intrigas y escándalos. Cada grupo quería que su propio candidato fuera elegido obispo; y el grupo que resultara perdedor utilizaría maniobras obstruccionistas para impedir la decisión. Los Papas no fueron exentos de este tipo de disputas. Muchas veces los Papas se encontraron en situaciones muy comprometedoras que luego resultaban en cismas y luchas de poder en la Sede de Utrecht

Para terminar y prevenir en el futuro este dilema, el Obispo Felipe de Borgoña(Philip of Burgundy), el Obispo # 57 de Utrecht obtuvo un comunicado breve (bula) proveniente del Papa León X, el cual es un documento conocido como el Debitus Pastoralis que dice: Que ni él, ni cualquiera de sus sucesores, ni cualquiera de los miembros de su clero o laicado, deberían en ninguna ocasión, en el primer caso, hacer evocar su causa a cualquier tribunal externo, ni siquiera bajo el pretexto de cualquier carta apostólica en absoluto; y que tales medidas deberían ser ipso facto anuladas y quedar sin fuerza legal.

 

 

En Resumen:
Año 1.139 2do. Concilio de Letrán
Año 1.145 El Papa Eugenio III otorgó al Capítulo de la Sede de Utrecht la potestad de elegir a sus obispos.
Año 1.215 4to. Concilio Lateranense que afirmó o codificó la anterior Subvención Papal.
Año 1.520 La Bula “Debitum Pastoralis” del Papa León X

LA COMPAÑÍA DE JESUS

Pero una segunda amenaza se cerniría sobre la iglesia de Holanda, esta vez azuzada por los contra-reformistas y particularmente por la Compañía de Jesús; los cuales quisieron “remisionar” la Iglesia de Holanda. En 1592 los Jesuitas, por razones meramente políticas comenzaron a invadir la jurisdicción del arzobispo de Utrecht y aunque el mismo Papa les ordenó “someterse” a la autoridad del arzobispo, sus maquinaciones se acentuaron más.

Esta intrusión de los contra reformistas fue fuertemente resistida por los clérigos y Obispos de Holanda como también por el gobierno Holandés.

En 1691 los contra-reformistas con los Jesuitas a la cabeza acusaron falsamente al Arzobispo Petter Codde de favorecer a los jansenistas. El caso fue llevado a Roma. Allí le asignaron una comisión de cardenales para investigar al arzobispo, el resultado fue una incondicional exoneración del arzobispo.

Insatisfechos los Jesuitas por la decisión de la comisión del Papa, los contra-reformistas se fueron de nuevo al Papa Clemente XI para que llamara al Arzobispo Codde a Roma en el año 1700 bajo el pretexto de participar en el jubileo y allí presionaron al Papa para que una nueva comisión lo investigara. El resultado de este segundo procedimiento injusto fue una completa e incondicional exoneración. Esto no terminó aquí porque el Papa Clemente XI fue de nuevo presionado para que suspendiera al Arzobispo lo cual hizo y asignó sucesor en la sede de Utrecht, a pesar que abogaron a favor de la sede de Utrecht y sus derechos defendiendo la causa Holandesa un gran número de Cardenales, la Emperatriz María Teresa, el Concilio Eclesiástico, la Corte de España, la Corte de Nápoles, la Iglesia de Tascan, un gran número de las órdenes religiosas, la Sede de Salzburgo, las Universidades de Louvain, Sienna y Sorbonne, un gran número de Obispos y eclesiásticos más todos estos esfuerzos fueron inútiles.

Cuando llegó la noticia de estos eventos a Holanda, la indignación fue grande aún entre algunos contra-reformistas, porque todos creían que la suspensión del Arzobispo era una injusticia que no tenía precedente, tanto que aquellos que fueron encargados de la Iglesia se negaron a tomar posesión y rehusaron reconocer a los enviados del Papa a quienes había encomendado el cuidado espiritual de la Iglesia de Holanda.

En esta instancia muchos teólogos, canonistas, obispos y oficiales civiles incluyendo al gobierno Holandés rehusaron recibir al sucesor del Arzobispo Codde y aún más exigieron que el Arzobispo retornara a Utrecht; como resultado, Codde volvió a Utrecht en julio de 1703 en donde encontró total confusión, pareció como si no hubiera manera de resolver los problemas.

Finalmente en carta pastoral del 19 de marzo de 1704, Codde anunció el retiro de su oficio, no sin protestar por la injusticia de su suspensión.

Se retiró a su casa campestre cerca de Utrecht donde murió el 18 de diciembre de 1710. Con la decisión de retiro del Arzobispo Codde la administración de la diócesis volvió al capítulo catedralicio que aceptó su retiro.

Durante este periodo el capítulo catedralicio arregló con el Obispo de Holanda Luke Pagan para que ordenaran sacerdotes para la Iglesia de Utrecht y varios Obispos franceses expresaron su deseo de ordenar clero para Holanda.

La Iglesia no cesaba de buscar que se le escuchara, el caso fue presentado a la universidad de Lovaina en mayo de 1717, donde un grupo de grandes teólogos y canonistas estuvieron de acuerdo que los derechos del capítulo de la Iglesia de Utrecht habían sido violados y que las acciones contra él no solo eran contrarias a la ley sino nulas e inválidas.

Se hizo una apelación a un Concilio General de la Iglesia para estudiar el caso, pero fue negado. Por tanto la Iglesia de Holanda “de facto” se convirtió en una Iglesia independiente.

Esta situación permaneció hasta 1723, cuando en abril 27 el capítulo catedralicio decidió nombrar  al séptimo arzobispo de Utrecht Dr. Cornelius Steenoven, quien había sido compañero de Codde y que fue consagrado al Episcopado en octubre 15 de 1724 por monseñor Dominique Varlet, Obispo de Ascalon entonces residente en Amsterdam por causa de sus dificultades con los contrareformistas.

El Obispo Varlet consagró 3 Arzobispos seguidos para Utrecht entre 1724 y 1739. Luego murió en Hogue en mayo 14 de 1742.

El décimo Arzobispo, Peter John Meindaerts, consagrado por Varlet en la festividad de san Lucas en 1939, Consagró a su vez a Jerone de Bock para la diócesis de Haarlem y así  asegurar el Episcopado para la iglesia. Y a Bartholomew John  Byevelt obispo de Develer en la festividad de la conversión de San Pablo en enero 25 de 1758.

En 1763 el arzobispo Meindaert convoca el sínodo de Obispos y clérigos. Sus actas se caracterizaron por ser un testimonio maravilloso de fe, y con la intención de que la Iglesia de Holanda permaneciera en su fe. Con la publicación de estas actas en otros países había una gran esperanza de que Roma reconsideraría sus actitudes contra la Iglesia de Holanda, pero no fue así. La Iglesia quedaba así completamente separada de Roma.

En 1853 el Papa Pió IX estableció una jerarquía rival a la Iglesia de Holanda.

Se presentan dos Iglesias Católicas rivales pero no enemigas. A la iglesia Católica de Holanda se le llamó “IGLESIA VETERO CATÓLICA” al ser ella la primera Iglesia original Católica en Holanda y para diferenciarla de la Iglesia establecida por Pío IX.

En 1870, el Papa Pío IX convocó el concilio Vaticano I. A este Concilio Vaticano I no fueron invitados los Obispos de Holanda y se les negó su participación. Sin embargo muchos católicos de Alemania, Austria y Suiza se levantaron contra la definición de la infabilidad del Papa como dogma de la Iglesia en el sentido de que el Papa al actuar solo en materia de fe y moral es infalible; después del Concilio Vaticano I (1870); algunos intelectuales dirigidos por J.J.I. von Döllinger y Johann Friedrich, reunidos en Múnich en septiembre de 1871, manifestaron su inconformidad hacia los dogmas del primado y la infalibilidad Papal promulgadas en el Vaticano I; así, siguiendo esta línea las iglesias de Alemania, Suiza y Austria; recibieron la sucesión Apostólica de la iglesia de Utrecht en el año de 1874 y a ellas posteriormente se les uniría la iglesia nacional Polaca, la iglesia VETERO CATÓLICA Yugoslava (Croata) y la iglesia independiente Filipina; en este mismo año de 1874, Döllinger procuro la reunificación y presidio los encuentros de los VETERO CATÓLICOS con los anglicanos, los luteranos, los ortodoxos y otras Iglesias en Bonn (1874), que dieron lugar a la aprobación de Catorce Tesis y una declaración sobre el Filioque un año después.

Estas iglesias centro-europeas en unión con la iglesia VETERO CATÓLICA  ya establecida en Utrecht, conformarían la unión de iglesias de Utrecht en el año de 1889, muchas de estas comunidades independientes llegaron a ser conocidas como Antiguos Católicos ó VETERO CATÓLICOS porque buscaron adherirse a la fe y prácticas de la Iglesia Católica de la era post-apostólica.

La Declaración de Utrecht (24 de Septiembre de 1889)

En nombre de la SS. Trinidad

Johannes Heykamp, Arzobispo de Utrecht.

Casparus Johannes Rinkel, Obispo de Haarlem,

Cornelius Diependaal, Obispo de Deventer,

Joseph Hubert Reinkens, Obispo de la Iglesia Viejo Católica de Alemania, Eduard Herzog, Obispo de la Iglesia Católica Cristiana de Suiza, Congregados en la residencia del Arzobispado en Utrecht en el cuarto y vigésimo día de septiembre, 1889, después de la invocación del Espíritu Santo, se dirige la Declaración siguiente.

A la Iglesia Católica


Congregándose para una conferencia en respuesta a una invitación del Arzobispo firmado de Utrecht, nosotros hemos resuelto encontrarnos de vez en cuando para las consultas en los asuntos de interés común, junto con nuestros ayudantes, concejales, y teólogos, de aquí en adelante.

Nosotros juzgamos apropiado en esta nuestra primera reunión para resumir en una declaración común los principios eclesiásticos en que nosotros hemos ejercido hasta aquí y continuaremos ejerciendo nuestro ministerio episcopal, y qué nosotros hemos tenido la ocasión repetidamente para declarar en las declaraciones individuales.

1

Nosotros adherimos al principio de la vieja iglesia católica extendido por St Vincent de Lérins en estos términos: `Id teneamus, quod ubique, quod semper, quod ab omnibus creditum est; hoc est etenim vere proprieque catholicum’ (debemos aferrarnos a la fe que ha sido creída en todas partes, siempre y por todos los fieles).

Por consiguiente nosotros cumplimos la fe de la vieja Iglesia católica como está formulado en los símbolos ecuménicos y en las decisiones dogmáticas universalmente aceptadas de los sínodos ecuménicos sostenidos en la Iglesia no dividida del primer milenio.

2

Nosotros por consiguiente rechazamos como contraria a la fe de la vieja Iglesia católica y no aceptamos la constitución de los decretos Vaticanos, promulgado el 18 de julio de 1870, acerca de la infalibilidad y el episcopado universal o plenitud eclesiástica de poder del Papa romano. Esto, sin embargo, no nos impide reconocer la primacía histórica, de varios concilios ecuménicos y los Padres de la vieja Iglesia, con el consentimiento de la Iglesia entera han atribuido al Obispo de Roma reconociéndolo como el Primus Inter Pares (Primero Entre Iguales).

3

Nosotros también rechazamos el dogma de la Inmaculada Concepción promulgado por el Papa Pio IX en 1854 por no estar fundamentado en las Santas Escrituras, ni en la tradición de los primeros siglos.

4

En cuanto a otros decretos dogmáticos emitidos por los Obispos de Roma en los últimos siglos, las bulas Unigenitus y Auctorem fidei, el Programa de estudios de 1864 etc., nosotros los rechazamos en todos sus puntos por estar en contradicción con la doctrina de la vieja Iglesia, y no los reconocemos como ligados a esta. Es más nosotros renovamos todas las protestas que la vieja Iglesia Católica de Holanda ha hecho contra Roma en el pasado.

5

Nosotros nos negamos en aceptar las decisiones del Concilio de Trento en las materias de disciplina, y nosotros sólo aceptamos sus decisiones dogmáticas en la medida en que estas estén de acuerdo con la enseñanza de la vieja Iglesia.

6

Consideramos que la Santa Eucaristía siempre ha sido el verdadero punto focal de culto en la Iglesia católica, nosotros mantenemos en toda la fidelidad y sin desviación la doctrina católica antigua acerca del Santo Sacramento del Altar, creyendo que recibimos el Cuerpo y la Sangre de nuestro Salvador el mismo Jesús bajo las especies de pan y vino.

La celebración Eucarística en la Iglesia no es una repetición incesante ni una renovación del sacrificio expiatorio que Cristo ofreció por última vez en la Cruz; el carácter del sacrificio de la Eucaristía, sin embargo, consiste en ser la conmemoración perpetua de ese sacrificio y una representación real, promulgándose en la tierra, de la única ofrenda que Cristo, según Heb. 9:11-12, continuamente hace en el cielo para la salvación de la humanidad redimida, apareciendo ahora para nosotros en la presencia de Dios (Heb. 9:24). Esto es respecto al carácter de la Eucaristía el sacrificio de Cristo, que es al mismo tiempo una comida sacrificatoria, por medio de la cual el creyente, recibiendo el Cuerpo y Sangre del Señor, tengan comunión unos con otros (1 Cor. 10:17).

7

Nosotros esperamos que los teólogos, mientras mantienen la fe de la Iglesia no dividida, tendrán éxitos en sus esfuerzos para establecer un acuerdo en las diferencias que han levantado las divisiones de la Iglesia subsecuentemente. 

Nosotros insistimos a los sacerdotes bajo nuestra jurisdicción en primer lugar enfatizar, predicando y por la instrucción religiosa, por ambas, las verdades cristianas esenciales profesadas en común por todas las confesiones divididas, cuidando evitar, en discusiones aún existentes en las diferencias, cualquier violación de verdad o caridad, y, de palabra y hecho, siendo un ejemplo a los miembros de nuestras parroquias de cómo actuar en cierto modo hacia las personas de diferente creencia de acuerdo con el espíritu de Cristo Jesús, quién es el Salvador de todos nosotros.

8

Nosotros creemos fielmente que debemos mantener la enseñanza de Cristo Jesús, mientras rechazamos todos los errores que se han agregado a ella a través del pecado humano, así como rechazamos todos los abusos en materias eclesiásticas y las tendencias jerárquicas, daremos lo mejor para neutralizar la incredulidad y la indiferencia religiosa que son el peor mal de nuestros días.

Dado en Utrecht, el 24 de Septiembre, 1889.

Johannes Heykamp.

Casparus Johannes Rinkel.

Cornelis Diependaal.

Joseph Hubert Reinkens.

Eduard Herzog.

Nota: esta es una traducción fresca hecha del original alemán (cf. IKZ 84, 1994, p. 40-42). La primera traducción al ingles de la Declaración de Utrecht se publicó en The Foreign Church Chronicle and Review 13 (1889) pp. 225-227. La traducción mas ampliamente circulada será encontrada en C.B. Moss, The Old Catholic Movement, London, 21964, 281f. Moss exige que su traducción un poco parafraseada sea aceptada por los Obispos Viejos Católicos como correcta. Esto fue publicado en el Informe del Lambeth Conference of 1930, p. 142 (con las variaciones de ortografía y otras menores).

Debe notarse que su versión inglesa casi-oficial se reproduce en texto abreviado sin la sección introductoria, como estuvo en uso en los círculos Viejos Católicos alrededor de 1930.

Nota del Traductor: Este texto fue traducido usando un software de traducción digital y las interpretaciones del propio traductor acerca de la lectura del texto en Ingles, el mismo fue obtenido en línea en fecha de Marzo 2006 en el siguiente URL

http://www.utrechter-union.org/english/ibc_foundations5.htm. 

Esta traducción no es ni remotamente un texto oficial de la Unión de Utrecht.

Catorce tesis de la unión Vétero católica Fourteen Theses of the Old Catholic Union Conference at Bonn Catorce tesis de la Unión Vétero Católica (Conferencia en Bonn) September 14-16, 1874 Septiembre 14-16, 1874.

1

We agree that the apocryphal or deutero-canonical books of the Old Testament are not of the same canonicity as the books contained in the Hebrew Canon. 

Estamos de acuerdo en que los libros apócrifos o deutero canónicos del Antiguo Testamento no son de la misma canonicidad que los libros que figuran en el Canon hebreo. 

2

We agree that no translation of Holy Scripture can claim an authority superior to that of the original text. 

Estamos de acuerdo en que ninguna traducción de la Sagrada Escritura puede reclamar una autoridad superior a la del texto original.

3

We agree that the reading of Holy Scripture in the vulgar tongue can not be lawfully forbidden. 

Estamos de acuerdo en que la lectura de la Sagrada Escritura en lengua vulgar no se puede Prohibir legalmente.

4

We agree that, in general, it is more fitting, and in accordance with the spirit of the Church, that the Liturgy should be in the tongue understood by the people. 

Estamos de acuerdo en que, en general, es más apropiado, y de conformidad con el espíritu de la Iglesia, que la liturgia debe entenderse en la lengua del pueblo.

5

We agree that Faith working by Love, not Faith without Love, is the means and condition of Man’s justification before God. 

Estamos de acuerdo en que la Fe de trabajo por el Amor, no la fe sin amor, es el medio y las condiciones de la justificación del hombre ante Dios. 

6

Salvation cannot be merited by “merit of condignity,” because there is no proportion between the infinite worth of salvation promised by God and the finite worth of man’s works. 

La salvación no puede ser merecida por el “mérito de la condignidad” (Merecido, justo, correspondiente, consiguiente, consecuente) porque no hay proporción entre el valor infinito de la salvación prometida por Dios y el valor finito de las obras del hombre.

7

We agree that the doctrine of “opera supererogationis”* and of a “thesaurus meritorum sanctorum,”* ie, that the overflowing merits of the Saints can be transferred to others, either by the rulers of the Church, or by the authors of the good works themselves, is untenable. 

No estamos de acuerdo con  la doctrina de la “supererogación de la ópera” * y del “tesauro meritorum sanctorum”, es decir, que los méritos de los santos pueden ser transferidos a otros, ya sea por los gobernantes de la Iglesia o por los autores de la Iglesia Buenas obras.

8

We acknowledge that the number of the sacraments was fixed at seven, first in the twelfth century, and then was received into the general teaching of the Church, not as tradition coming down from the Apostles or from the earliest times, but as the result of theological speculation. 

Reconocemos que el número de los sacramentos fue fijado en siete, primero en el siglo XII, y luego fue recibido en la enseñanza general de la Iglesia, no como una tradición descendente de los Apóstoles o desde los primeros tiempos, sino como resultado de Especulación teológica.

9

Catholic theologians acknowledge, and we acknowledge with them, that Baptism and the Eucharist are “principalia, praecipus, eximia salutis nostrae sacramenta.” 

Los teólogos católicos reconocen, y reconocemos con ellos, que el Bautismo y la Eucaristía son “principalia, praecipus, eximia salutis nostrae” los sacramenta principales, en particular, de nuestra salvación.

10

The Holy Scriptures being recognized as the primary rule of Faith, we agree that the genuine tradition, ie the unbroken transmission partly oral, partly in writing of the doctrine delivered by Christ and the Apostles is an authoritative source of teaching for all successive generations of Christians.  This tradition is partly to be found in the consensus of the great ecclesiastical bodies standing in historical continuity with the primitive Church, partly to be gathered by scientific method from the written documents of all centuries. 

Reconocemos las Sagradas Escrituras como la regla primaria de la Fe, estamos de acuerdo en que la tradición genuina, es decir, la transmisión ininterrumpida en parte oral, en parte por escrito de la doctrina entregada por Cristo y los Apóstoles es una fuente autorizada de enseñanza para todas las generaciones sucesivas de cristianos. Esta tradición se encuentra en parte en el consenso de los grandes cuerpos eclesiásticos que se encuentran en la continuidad histórica con la Iglesia primitiva, en parte para ser recogidos por el método científico de los documentos escritos de todos los siglos

11

We acknowledge that the Church of England, and the Churches derived from her, have maintained unbroken the Episcopal succession. 

Reconocemos que la Iglesia de Inglaterra, y de las Iglesias derivados de ella, han mantenido intacta la sucesión episcopal. 

We reject the new Roman doctrine of the Immaculate Conception of the Blessed Virgin Mary, as being contrary to the tradition of the first thirteen centuries according to which Christ alone is conceived without.

Rechazamos la nueva doctrina romana de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, contrariamente a la tradición de los primeros trece siglos, según la cual sólo Cristo es concebido sin pecado.

12

We agree that the practice of confession of sins before the congregation or a Priest, together with the exercise of the power of the keys, has come down to us from the primitive Church, and that, purged from the abuses and free from constraint, it should be preserved in the Church. 

Estamos de acuerdo en que la práctica de la confesión de los pecados ante la congregación o un sacerdote, junto con el ejercicio del poder de las llaves, nos ha llegado de la Iglesia primitiva y que, purgada de los abusos y libre de restricciones, Deben ser preservados en la Iglesia.

We agree that the practice of confession of sins before the congregation or a Priest, together with the exercise of the power of the keys, has come down to us from the primitive Church, and that, purged from the abuses and free from constraint, it should be preserved in the Church. 
Estamos de acuerdo en que la práctica de la confesión de los pecados ante la congregación o un sacerdote, junto con el ejercicio del poder de las llaves, nos ha llegado de la Iglesia primitiva y que, purgada de los abusos y libre de restricciones, Deben ser preservados en la Iglesia.

We acknowledge that the practice of the commemoration of the faithful departed, ie the calling down of a richer outpouring of Christ’s grace upon them, has come down to us from the primitive Church, and is to be preserved in the Church. 

Reconocemos que la práctica de la conmemoración de los fieles difuntos, es decir, el llamamiento de una más rica efusión de la gracia de Cristo sobre ellos, nos ha llegado de la Iglesia primitiva y debe ser preservada en la Iglesia.

The Eucharistic celebration in the Church is not a continuous repetition or renewal of the propitiatory sacrifice offered once for ever by Christ upon the cross; but its sacrificial character consists in this, that it is the permanent memorial of it, and a representation and presentation on earth of that one oblation of Christ for the salvation of redeemed mankind, which according to the Epistle to the Hebrews (9:11,12), is continuously presented in heaven by Christ, who now appears in the presence of God for us (9:24). 

La celebración eucarística en la Iglesia no es una repetición o renovación continua del sacrificio propiciatorio ofrecido una vez por todas por Cristo en la cruz; Pero su carácter sacrificial consiste en que es el memorial permanente de la misma y una representación y presentación en la tierra de esa única oblación de Cristo para la salvación de la humanidad redimida que según la Epístola a los Hebreos (9:11, 12), es presentado continuamente en el cielo por Cristo, que ahora aparece en la presencia de Dios por nosotros (9:24).

While this is the character of the Eucharist in reference to the sacrifice of Christ, it is also a sacred feast, wherein the faithful, receiving the Body and Blood of our Lord, have communion one with another (I Cor. 10:17). 

Si bien este es el carácter de la Eucaristía en referencia al sacrificio de Cristo, es también una fiesta sagrada, en la que los fieles, recibiendo el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor, tienen comunión unos con otros (I Corintios 10:17).

* “ opera supererogationis ” and “ thesaurus meritorum sanctorum ”:  these refer to the Roman doctrine that God expects so much merit from each human being, and that some saints lived exemplary lives filled with more merit than was required of God (“opera supererogationis” or works above those required).  This extra merit was then kept in escrow by the Church (“thesaurus meritorum sanctorum” treasury of the merits of the saints), who has the authority to portion it out to her children. * “Supererogationis ópera” y “tesauro meritorum sanctorum”: 

“Opera supererogationis” y “thesaurus meritorum sanctorum”: se refiere a la doctrina romana de que Dios espera tanto mérito de cada ser humano y que algunos santos vivieron vidas ejemplares llenas de más mérito de lo que se exigía de Dios (“opera supererogationis” O funciona por encima de los requeridos). Este mérito adicional fue entonces guardado en custodia por la Iglesia (tesoro del “tesoro del meritorum sanctorum” de los méritos de los santos), que tiene la autoridad para repartirlo a sus hijos.

* “Supererogationis ópera” y “tesauro meritorum sanctorum
* “principalia, praecipus, eximia salutis nostrae sacramenta” original, distinguished, extraordinary sacraments for our welfare * “Principalia, praecipus, nuestra eximia salutis sacramenta” 
* “Principalia, praecipus, eximia salutis nostrae sacramenta” sacramentos originales, distinguidos, extraordinarios para nuestro bienestar * “Principalia, praecipus, nuestra eximia salutis.
LA IGLESIA VETERO CATÓLICA DE INGLATERRA

La Iglesia Vetero Católica inglesa quedó establecida con la consagración de Arnold Harris Matew el 28 de abril de 1908 por el Arzobispo de Utrecht, Gerardo Gul quien fue asistido por el Obispo De Haarlem, Van Thiel, el de Denventer Spit  y el de Alemania Obispo Demmel. El Obispo Matew fue el primer hombre casado elevado al episcopado en la Iglesia Vetero Católica que en la actualidad ha vuelto a la práctica temprana de la iglesia de los Apóstoles.

La sucesión a través del Obispo Matew comenzó con el Obispo Francis Brothers y se le llamo Iglesia Católica de Norte América y fue recibida en la unión o mejor se unió con la Iglesia Católica Ortodoxa Rusa de América. En abril 6 de 1962. Los esfuerzos siguientes de  Utrecht por establecer el vetero catolicismo de América comenzó con la Iglesia Católica nacional polaca de América en 1897, que se limitaba a un pequeño grupo étnico que por dificultades de lengua y espíritu nacionalista, vio la necesidad de asociarse a un grupo no étnico ya establecido de catolicismo antiguo y es así como llego a ser la Iglesia Católica Nacional de América.

Algunos grupos vetero católicos son muy celosos de su similitud y diferencias con Roma solo en términos de papado. 

Los grupos que se derivan su sucesión de Utrecht a pesar de las diferencias, son reconocidas como vetero católicas y hermanas de Roma; por lo que su separación es considerada una división al interior del Catolicismo a diferencia de otras iglesias cuyo origen es resultado de sismas como los presentados con la iglesia de oriente ó el Anglicanismo; sin embargo una debilidad del vetero catolicismo es que pequeñas Iglesias nacionales cada una con su propio Obispo están completamente auto gobernados atomizando de esta forma la existencia de las iglesias Vetero Católicas e incluso evitando la unificación de las mismas debido a que cada una ha venido adoptando distintas formas de vivir su vida eclesial.

LA OLD CATHOLIC CHURCH OF AMERICA Y LAS IGLESIAS VETERO CATOLICAS EN COLOMBIA.

El Arzobispo James E. Bostwick, D.D de la Iglesia Católica Antigua de América o Iglesia Católica Romana Antigua de América. Recibió la consagración episcopal  del Arzobispo Xavier Brown con derecho a sucesión de la Iglesia Católica antigua de América el día 19 de septiembre de 1992 en la catedral de San Nicolás  en Watertown, Wisconsin USA, cuya sede es DeForest, Wisconsin.

El 10 de febrero del año 2001 viajó a Colombia para establecer definitivamente la Old Catholic Church of America línea de Utrecht al consagrar como Primado para América Latina, cuya sede es Colombia (Bogotá) a Monseñor Gonzalo Jaramillo Hoyos y  a Monseñor Félix Ernesto Beltrán Ramos; quienes fundamentaron  la existencia de la iglesia con el nombre de Iglesia Misioneros Veteros Nuestra Señora de la Alegría de cuyo Obispo Presidente es en la actualidad Monseñor Gonzalo Jaramillo.

LA IGLESIA VETERO CATÓLICA LLEGA A AMÉRICA

Este grupo que vino del catolicismo ingles a través del príncipe Rudolph-de Landas de Austria quien fue consagrado por el Obispo Matew el 29 de junio de 1913 en Londres, quien fuera aislado allí por la primera guerra mundial y con la imposibilidad de retomar Austria, se embarcó para América.

El vino a América y como era común en aquellos días para muchos clérigos católicos en América obtuvo permiso para funcionar en la Iglesia Episcopal. Asistió a la consagración de Hiram Richard Hulse como Obispo de la Iglesia Episcopal protestante de Cuba en enero 12 de 1916 como es recordado en el anuario episcopal de 1953.

El Obispo Rudolf de Landas Berghes escogió su residencia en la abadía de San Dunstan en Waukegan, Illinois y elevó al episcopado a Abbot William el 3 de octubre de 1916. Al día siguiente consagro a  Carmelo Carfora como Obispo de la Old Catholic Church of America y allí consagro a Henry Carmel Carfora el 4 de octubre de 1916 quien a su vez consagro Arzobispo a Francis Xavier Resch el 8 de diciembre de 1940, era graduado en lenguas, se casó con Chistine Agnes y con ella tuvo dos hijos. Fue ordenado de sacerdote por el Obispo Paul Copel.

Resch  al ser consagrado Obispo en la Iglesia Católica Romana antigua de Norteamérica se esforzó por promover y hacer crecer la Iglesia al servicio de la verdad, pero pronto se separó de Carfora y volvió con Copel quien lo hizo su Obispo auxiliar.

Copel era insistente en que era necesario diferenciarse de otras Iglesias: “solo hay un camino para hacerlo y es por la pureza de propósito, y su honestidad”.

 

El Obispo Resch sirvió bien en Missouri y Misisipi y sucedió a Copel como Arzobispo de la Iglesia y se estableció en Illinois, fue un hombre de educación y creó un concepto adecuado de  nuevo hombre como hombre en  todos  los  aspectos.

El arzobispo Resch consagró luego a Walter Brown en agosto 25 de 1963 quien le sucedió como arzobispo después de su retiro.

 

Luego de su dimisión hizo acercamientos con la Iglesia Católica Romana que después de una seria  investigación le fueron aceptadas sus órdenes como lo hicieron Vilatte y De Landas  Berghges.

LA IGLESIA VETERO

Somos una iglesia Cristiana, Evangelista, Apostólica y Católica, nuestro nombre Vetero significa en lenguas romances antes de. Somos Católicos y Apostólicos pero independiente de la Iglesia Católica de Roma, hacemos parte de las cuatro vertientes del Catolicismo: ortodoxa; romana; anglicana y vetero.

La Iglesia Vetero Católica no es un Sisma, es una separación al interior de la iglesia Romana.

Nuestra sucesión Apostólica proviene de S.E.R. Monseñor James A Bostwick (QEPD), metropolitano de la Old Catholic Church of América, quien la recibe ininterrumpidamente desde el Obispo Católico Romano Dominicus Marie Varlet (1.678 – 1.742) y Arnold Harris Mathew (1.908) a su vez, la transmite en el año 2001 a los obispos S.E.R. Monseñor Gonzalo Jaramillo Hoyos y monseñor Ernesto Beltrán Ramos en ceremonia especial en la ciudad de Bogotá Colombia.

La Iglesia Vetero nace el 27 de agosto del año de nuestro señor Jesucristo 2013, bajo la dirección y orientación de Monseñor Jimy Bula Gianmaria, quien fuera consagrado el 02 de octubre del año de nuestro señor de 2.010 por los prelados Vetero católicos, S.E.R. Monseñor Gonzalo Jaramillo Hoyos como consagrante principal y la asistencia de monseñor Ernesto Beltrán Ramos, Monseñor Rodrigo Montoya Montoya y monseñor Luis Alfonso Parra Davila.

Nuestros sacerdotes, al igual que los sacerdotes de las Iglesias ortodoxa y anglicana pueden casarse y tener su familia y sus hijos a la luz del mundo.

Somos ordenados legítimamente, nuestra sucesión es válida, somos una Iglesia particular y estamos reconocidos por el gobierno Colombiano, bajo la personería jurídica especial 1367 del 2013 del Ministerio del Interior.

Declaración DominusIesus, (Numeral 17 6 de Agosto de 2000)
Las Iglesias que no están en perfecta comunión con la Iglesia católica pero se mantienen unidas a ella por medio de vínculos estrechísimos como la sucesión apostólica y la Eucaristía válidamente consagrada, son verdaderas iglesias particulares. Por eso, también en estas Iglesias está presente y operante la Iglesia de Cristo, si bien falte la plena comunión con la Iglesia católica al rehusar la doctrina católica del Primado

La Iglesia Vetero permanece fiel a las enseñanzas de los apóstoles contenidas en la Sagrada Escrituras, a la doctrina de la Iglesia definida en los concilios ecuménicos, a las enseñanzas de los padres, al magisterio y a la tradición viva de la iglesia.

Para los Vetero, el Papa es considerado como nuestro hermano en la fe, como el Obispo de Roma y el Patriarca de la Iglesia de Occidente, aunque sin ninguna autoridad ni jurisdicción suprema sobre la totalidad de las demás Iglesias. Su doctrina y enseñanzas no se diferencian mucho de la doctrina y enseñanzas de la Iglesia Católica Romana.

Actualmente la Iglesia Vetero sostiene buenas relaciones con la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Anglicana, manteniendo vínculos de inter comunión.

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